Antecedentes de la publicidad
En el siglo XVIII la publicidad era algo burdo ya que los comerciantes utilizaban tablones en los cuales promocionaban sus artículos, fue hasta los años cincuentas que los publicistas mejoraron las técnicas para llamar la atención de los posibles clientes, actualmente lo que les interesa a los inversionistas es ganarse la confianza de su mercado meta ya que esta es la clave de la venta de sus artículos o servicios.
Anunciarse es parte de la naturaleza humana puesto que esto es algo que se hace desde la época de los egipcios quienes repartían pergaminos ofreciendo recompensa por información o captura de esclavos fugitivos, o los griegos quienes enviaban a un pregonero a informar sobre naves cargueras que se acercaban a la ciudad, pero es la publicidad exterior que a logrado perdurar hasta la actualidad.
El primer anuncio, que se sabe que se imprimió en una hoja volante, apareció en un panfleto alemán de noticias por 1525, y anunciaba un libro, que hablaba de las maravillas de una medicina misteriosa.
Los clérigos fueron los primeros en usar la palabra escrita para reunir las fuerzas de la oferta y la demanda. Un candidato que buscaba un puesto clerical colgaba un anuncio exponiendo sus calificaciones o alguien que quería hacer una cita colgaba un aviso especificando los requisitos.
Las revistas contenían principalmente extractos de libros y panfletos, ensayos, poesía y comunicaciones de dudoso valor. Las revistas como las conocemos hoy, nacieron en realidad en los últimos treinta años del siglo XIX, en una época con muchos factores a su favor.
La idea de empacar sus propios productos, con sus propias marcas comerciales, era muy atractiva, sobre todo para los fabricantes de abarrotes: esto les permitía edificar sus negocios sobre la base de su fama entre los consumidores, en lugar de estar sujetos a los caprichos y las presiones de los intermediarios, quienes habían sido sus únicos distribuidores.
En una sociedad libre, la producción en masa se funda en las ventas masivas, que es otro nombre de la publicidad. La producción en masa hace posible infinidad de productos a un costo que la masa de personas puede pagar y de los cuales se enteran por medio de la publicidad.
La historia de la agencia de publicidad tiene raíces profundas en el crecimiento de la industria y la publicidad en Estados Unidos. Hasta entonces, sólo debemos tener presente que la agencia de publicidad siempre ha sido una fuerza activa para el desarrollo del uso de la publicidad.
La publicidad con tribuyó a la inmoralidad de los negocios, con sus anuncios de medicinas de patente que ofrecían curar todos los males humanos, reales e imaginarios. Había una “medicina placentera para curar el cáncer”, otra para curar el cólera. Ninguna promesa de curación rápida resultaba demasiado alocada, ninguna falsedad era demasiado monstruosa.
Además de aprobar leyes que protegieran al público contra las empresas sin escrúpulos, el Congreso aprobó la ley de la Comisión Federal del Comercio (Federal Trade Commission Act), que protegía al dueño de una empresa contra la conducta sin escrúpulos de otro. La ley decía: “Por este medio se declaran ilícitos los métodos injustos de hacer negocios.”
En junio de 1916, el presidente Woodrow Wilson, en un discurso pronunciado en la convención de Clubes de Publicidad Asociados del Mundo, en Filadelfia, fue el primer presidente que hiciera un reconocimiento público de la importancia de la publicidad. ¡La publicidad había llegado a su mayoría de edad!
La primera vez que se usó la publicidad como instrumento de acción social directa fue en la Primera Guerra Mundial. Las agencias de publicidad pasaron de vender bienes de consumo a despertar el sentimiento patriótico, vender bonos del gobierno, fomentar la conservación de recursos y promover una serie de actividades relacionadas con la guerra.
La introducción de la radio Guillermo Marconi inventó la radio en 1895 como medio para transmitir el código Morse. La primera transmisión de voz fue en 1906. No obstante, durante los siguientes 20 años, los afi fueron quienes usaron la radio, y pocas personas vieron en ella un potencial económico.
Con la Segunda Guerra Mundial, la industria se concentró en producir bienes para la guerra. Debido a que todo el material civil estaba sumamente racionado, muchas empresas recortaron su publicidad. Otras pensaron que, aun cuando no tenían mercancías, no estaban fuera de los negocios y querían conservar la buena voluntad del público, así que aplicaron los esfuerzos de su publicidad a prestar un servicio público.
La publicidad no sólo contribuyó con el crecimiento, sino que fue parte de él, pasando de un gasto de 5,800 millones de dólares en 1950 a 28,300 millones de dólares en 1975; es decir, un crecimiento de 490%.
Conforme los medios y el público proliferaban, la propiedad de marcas, agencias de publicidad y medios se consolidaron a manos de unas cuantas compañías gigantescas. Empresas como Procter & Gamble, American Home Products y Philip Morris ofrecieron el amparo de la compañía a decenas, incluso cientos, de marcas diferentes. Con sus presupuestos de más de miles de millones de dólares, ejercieron un enorme con trol en las agencias de publicidad que luchaban por sus cuentas.
Para 1990, cuando las compañías y los consumidores iniciaron el lento proceso de pagar los excesos del decenio anterior, la publicidad muchas veces fue la primera víctima de los recortes presupuestales. Los medios vieron cómo disminuían los ingresos por publicidad, pues era difícil venderla, incluso otorgando grandes descuentos; los comerciantes empezaron a toparse con un consumidor reacio, más interesado en las ofertas que en la publicidad elegante.
Las constantes fusiones entre compañías telefónicas, de cable y de servicios de programas son un indicio del hecho de que estas grandes corporaciones piensan que la interactividad es la ola del futuro.
Internet, que permite las conversaciones individuales entre personas y grupos con intereses similares, ubicados en todo el mundo, ya ha demostrado la frágil naturaleza de la comunicación masiva tradicional.
Los vínculos en línea por computadora, así como las redes de compras por televisión, ofrecen un primer vistazo del futuro de la comunicación interactiva, mediante la cual los consumidores jamás tienen que abandonar sus salas de estar para hacer negocios o entretenerse.
La demanda de los clientes por una mayor eficiencia de la función de la publicidad seguirá provocando la reducción de las utilidades para las agencias. Ya estamos viendo algunas negociaciones ásperas entre las agencias y sus clientes, en lo tocante a métodos de compensación.
Los principios del capitalismo garantizan que las organizaciones compitan por recursos, llamados capital en un entorno de libre mercado Parte de la competencia por los recursos incluye estimular la demanda de los bienes y servicios de la organización.
Revolución Industrial fue una fuerza básica detrás del rápido incremento del aprovisionamiento masivo de bienes que requerían la estimulación de la demanda, algo que la publicidad puede hacer muy bien. Al provocar la necesidad de la publicidad, la Revolución Industrial fue una influencia básica para su aparición.
La búsqueda del poder por parte de los fabricantes en el canal de distribución es una faceta estándar de los sistemas económicos capitalistas. En general, el sistema económico también necesita avanzar lo necesario para caracterizar un mercado nacional y contar con comunicación e infraestructura de distribución suficientes a través de los cuales se busca el poder en el canal.
A través de la publicidad en estas revistas de circulación masiva, las marcas nacionales podían ser proyectadas a la conciencia nacional. Las revistas nacionales hicieron posible la publicidad nacional; la publicidad nacional hizo posibles las marcas nacionales.
El mundo cambiaba rápido en este periodo y a no dudar, era inquietante para muchos, pero la publicidad estaba allí para ofrecer soluciones a las tensiones de la vida moderna, sin importar si eran reales, imaginadas o sugeridas.
Un aspecto muy importante de la publicidad de los 20, y más allá, era el papel que la ciencia y la tecnología empezaron a desempeñar. La ciencia y la tecnología eran, de muchas formas, las nuevas religiones de la era moderna. La manera moderna era la forma científica.
Lo único en verdad revolucionario fue la revolución creativa. Esta se caracterizó por los “creativos” (directores de arte y redactores de textos) que tuvieron más que decir en la administración de sus agencias. El énfasis en la publicidad fue de “servicios auxilia res al producto creativo; de la ciencia y la investigación al arte, inspiración e intuición”.
Muchos anuncios de la era Republicana tienen un énfasis particular en la conciencia de los valores y la clase social. Abiertamente promueven el consumo, pero de una manera mesurada y conservadora
La publicidad por televisión del periodo tenía la influencia del estilo de edición de corte rápido de MTV y alguna publicidad al final de la época jugaba con al menos la idea de alguien de la generación X.
La banda ancha es una red de alta velocidad para enviar transmisiones de audio y video por internet. El crecimiento del acceso a la banda ancha va en paralelo al crecimiento del uso de lo inalámbrico. Se estima que para el 2004, el 15 por ciento de los hogares norteamericanos (unos 16 millones de hogares y 40 millones de personas) tendrán conexiones de banda ancha.
En términos de apariencia, los anuncios de los primeros años del milenio se han vuelto todavía más conscientes de sí mismos y de referencia propia. Son anuncios muy conscientes de que son anuncios
Como un proceso de negocios, la publicidad seguirá siendo una de las herramientas de la mezcla de marketing primaria que contribuyen a ingresos y utilidades al estimular la demanda y nutrir lealtad a la marca.
La publicidad brotó de un sistema impulsado por el mercado y creció por el interés propio en economías capitalistas, de mercado de libre empresa. Métodos eficientes de producción hicieron esencial la publicidad como una herramienta para la estimulación de la demanda.
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